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Ellos son los primordiales en esto!

Decidir dedicar la vida a la cría y preservación de las especies, es una tarea ardua y agotadora, pero muy redituable espiritualmente. Verlos nacer, crecer, reproducirse, acompañarlos en las enfermedades y cuidar de ellos, nos llena el corazón. Poder observar cada día su convivencia y respeto mutuo, el cual solo se da bajo la magia de la naturaleza.

Nuestra historia en esta convivencia...

En primer lugar trajimos las vacas, ellas habitan los bajos del establecimiento en los lotes aledaños al arroyo de Luna de donde se proveen de agua. Ya de aquel entonces comenzamos a descubrir diversidad de especies que conviven, peses como Bagres, Carpas, Mojarras, Tarariras, Tortugas de río, entre otros. Patos nativos en bandada nadan por la superficie, Gansos y Martinetas. Entremezclados en el agua y el barro no es raro encontrar algunas Nutrias, mientras que en los pastizales dejan sus nidos las familias de Teros que cantan y revolotean en el cielo bajo. Lechuzas y sus sonidos atraen la atención por las noches. Diversidad de pájaros con invaden el lugar. 

Luego se fueron incorporando nuevos animales de cría y granja como; Ovejas que pastorean en los prados y Gallinas libres protegidas por Perros Maremanos. Para la alimentación de estos animales de cría el manejo que utilizamos es de rotación de cultivos y uso consciente de recursos naturales. Todo esto para apuntar a la regeneración del suelo.

No pueden faltar los Gatos para controlar la zona y los mimados Caballos, quienes son tradición en el campo Argentino y aquí viven con la mayor libertad que les podemos dar. 

Como podrán leer intentamos que se establezca una cadena de respeto mutuo por la vida y la diversidad, conviviendo unos con otros en armonía. 

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